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GARIBALDI, UNO Y DOS, EN EL MARCO DEL RESURGIMIENTO
Por Nando Romano
Jefe de la Oficina Escuelas del Consulado General de Italia. Conferencia organizada por la Asociación Dante Alighieri de Rafaela y la UMTE, en el marco de las celebraciones del 25 de abril de 2007.

Debido a la cortesía de la profesora Pilar Zenklusen tengo el honor de poder hablar esta noche, ya que siendo el Dirigente scolastico dell’Ufficio Scuola del Consulado general de Italia en Rosario, es para mi doblemente importante. Manifestaciones como esta me permiten entrar en contacto con el territorio, con la gente que habita este maravilloso paíz, en el cual no son pocos los connacionales, otros son descendientes de italianos venidos en distintas épocas, y todos estos se comprometieron y se comprometen en la construcción, en el desarollo culural, en el sentido más ancho, de esta tierra.

El 25 de Abril es una fecha que suena a libertad para todo italiano que comprenda el sentido de esta palabra. La orda fascista, que se concentró en la Alta Italia y que, entre duelos y ruinas, buscaba sobrevivir a sí misma, fue vencida para siempre. El paíz tuvo que enfrentarse no sólo al desastre de una guerra perdida, entre profundas y dolorosas laceraciones, pero aún al desastre del “ventennio” (y de un similar “ventennio” ustedes también han padecido) en el cual se perdieron las libertades fundamentales del hombre, al punto que el fascismo pasará a la historia, y esta palabra ha entrado en las principales lenguas del mundo, como un movimiento nefasto y dedico estas palabras a mi abuelo Giovanni Palumbo que supo, en este periodo, tener firme su fe en el socialismo y en la libertad. Me complace usar, como ejemplo de lo que pasava, una expresión que Benito Mussolini, el jefe de aquel movimiento, “il duce”, quiso usar por Antonio Gramsci, encerrado en la carcel de Turi “que este cerebro - dijo Mussolini - sea puesto en la condición de no pensar por lo proximos veinte años”. Al contrario, Gramsci continuó, gravemente enfermo, pensando y escribiendo en la propia celda donde quedó olvidado.

No hay otras palabras. Pues que Garibaldi pudiese tener, porque en el año garibaldino – se celebra efectivamente este año el bicentenario del nacimiento del héroe que nació en Niza el 4 de Julio de 1807 – los ideales de quienes, como el, lucharon toda la vida por la libertad encuentran uno de los momentos culminantes justamente el 25 de Abril.

Garibaldi uno, Garibaldi dos, pero pues que otros podrían ser, por eso buscaremos, esta noche, de limitarnos a pocas sugerencias y reflexiones conectadas a la historia y al Risorgimento italiano. Ustedes saben muy bien que se llama Risorgimento al movimiento político-cultural, a las manifestaciones, a las operaciones bélicas, que finalmente llevaron a la Unidad de Italia, y que concluyó, según algunos, con la primera guerra mundial a la que llaman cuarta guerra de independencia italiana.

La ocasión del bicentenario, decía, nos permite, hoy más que nunca, mirar críticamente el personaje y el hombre, sus ideas y sus acciones. Quiero precisar: mirar simplemente, sin ponerlo bajo una lente examinadora pidiendo cuenta al hombre de sus acciones. No nos olvidamos que no son pocos aquellos que han tomado la costumbre de considerar, por ejemplo, ingenuo, en política, a Giuseppe Garibaldi, observándolo evidentemente con un fuerte microscopio, pero Denis Mack Smith, que es uno de los más grandes historiadores del Risorgimento, así lo califica:”Militar y hombre político italiano”. Y en este simple juicio se puede vislumbrar toda su grandeza y limitación: militar y hombre político italiano en Italia y dondequiera se debiese combatir por la libertad, añado yo. Bicentenario. Bicentenario parece una palabra fácil: concédanme hacer mi verdadera profesión, aún esta vez, a decir: el lingüista. Parece fácil, pero si vamos al fondo de la semántica de esta voz pues que podríamos darnos cuenta de sus más complejos sentidos. Bicentenario, me permitiré recordar a quien lo pronunciara “a cuor leggero” o sea: sin sentimiento, es un período de doscientos años. Doscientos años! Imagínense: quien les habla ha nacido en el cuarenta y seis, festejará sus primeros cien años en el dos mil cuarenta y seis. Hay alguien que sonríe, comiencen a sonreír más por que mis doscientos años los festejaré en el 2146. Esta broma puede darnos cuenta de cuanto pesan en la balanza del tiempo doscientos años.

Quise alargar el acordeón del tiempo por que sé que el pasado viene compactado, los niños menores de seis años tienen dificultades para saber la idea de pasado y futuro; nosotros la tenemos con dificultad y muchas veces con el acordeón cerrado, amontonando y mezclando en nuestra mente eventos diferentes. Utilizar expresiones como “los romanos comían acostados” no tiene sentido históricamente. La voz “romanos” se refiere a un pueblo que, tomado en un periodo estudiado y conocido por muchos, cubre un arco de más de mil años! De tal modo se forma una historia simplista, “ad usum Delphini”, de frescos y medallones que relucen con luz propia en los roperos de nuestra mente, listos para sostenernos en la vida cotidiana o, bien, a traicionarnos.

Quiero hacerles una pregunta un poquito pícara, o quizás dos, sobre este tema: ¿este Garibaldi existió? ¿lo han conocido? ¿hay alguien entre ustedes que lo recuerde? ¿Y a César y a Napoleón? ¿y, sin molestar siempre a los grandes, ha existido el bisabuelo del abuelo del abuelo del señor que está aquí? ¿Verdaderamente tenemos que creer que hubo un personaje llamado Julio César, y en un tiempo más cercano a nosotros un personaje llamado Giuseppe Garibaldi, que había actuado de una o otra manera? Porque en todo este vale más lo que el poeta, Rimbaud, Arthur Rimbaud, iva proclamando: ”J'aurai fait, manant, le voyage de terre sainte, j'ai dans la tête des routes dans les plaines souabes, des vues de Byzance, des remparts de Solyme; le culte de Marie, l'attendrissement sur le crucifié s'éveillent en moi parmi les mille féeries profanes. - Je suis assis, lépreux, sur les pots cassés et les orties, au pied d'un mur rongé par le soleil. - Plus tard, reître, j'aurais bivaqué sous les nuits d'Allemagne.”

”J’ai dans la tête” dice el poeta ”Tengo en mi cabeza”, no ha dicho “Tengo en mi corazón, en mi alma”. Aquí se siente el esfuerzo del pensamiento crítico que tiende a huir de la historia “evenemenzialista” como se dice en italiano por la historia "acontecimental". Sí! Por que si alguien entre ustedes cree en la existencia de Garibaldi y en el desarrollo de sus acciones, es un historiador, no se puede negar, pero es un historiador “evenemenzialista”. Cree que existan los hechos objetivos afuera de la “cabeza” del hombre, para usar la gran simplificación rimbaudiana, y afuera e independientemente del hombre. Esta noche yo no podría ni hablar: porque la historia de los acontecimientos admite sólo un Garibaldi, monolítico, duro y pesado para digerir. Y generalmente esta es la historia de la escuela. Rimbaud parece no admitir la historia aún como narración, una narración que presume de ser verídica porque es histórica, porque se basa en documentos, está dotada de caracteres testimoniales precisos y está siempre revestida de apariencia científica. Y todo esto sólo porque se basa en el manual del buen periodista que tiene que responder a las clásicas cinco preguntas: ”Quien, como, adonde, cuando y por qué?

Diré que para Locke el testimonio siempre es falso. Y Los documentos, ¡hay! si querríamos confiar en los documentos estaremos frescos! Para dar un ejemplo: ¿Cuantos comerciantes hoy han entregado la regular factura fiscal y declararon la ganancia del día correctamente? ¿Cuantas actas hoy han sido falsificadas aún en buena fe, por estar apurados y resumir solamente? ¿Y que dirán los que en la posteridad estudien la economía de la región?.

La Historia, contrariamente, es una constante en el hombre, una constante no domesticable, en cuanto está sometida al pensamiento crítico y a la especulación... Este es mi mensaje. Además de cada celebración garibaldina, más allá de un relato, que, pues, ustedes estaban esperando, un relato de sus acciones gloriosas. Si ustedes están interesados en esto y en otros asuntos históricos deberán ponerse a trabajar, y actuar aquella especulación histórica invocada justo ahora. Una operación que necesita tiempo para quien quiera involucrarse. La historia no hace descuentos, pero cuidado, porque es muy peligroso no sanearla.

La ocasión del “bicentenario” nos ofrece la oportunidad de buscar reexaminar, con el justo equilibrio, la figura de Garibaldi, pese a los límites de este encuentro. Garibaldi: un personaje sumamente controvertido. La admiración y consenso que sus acciones siempre tuvieron, fueron oscurecidas, desde su juventud, por juicios muy pesados. Que un héroe sea buscado, condenado a muerte, sea obligado a huir, a dejar morir a su mujer a punto de parir en los pantanos de la Romagna, puede pasar... “sono le incertezze del mestiere”, diríamos en italiano para referirnos irónicamente a que cada trabajo tiene sus complicaciones; pero, que sea tratado de esclavista, de bandido, de imbécil, de vago, de aventurero afortunado, en vida y después de muerto ¡es otra cosa! La figura de Garibaldi, de esta manera, queda atrapada entre dos fuegos. Afortunadamente el era casi invulnerable, por que los miles y miles de proyectiles que le fueron descargados encima en casi toda la vida, pocas veces lo lastimaron. Más lo golpeó y desvirtuó la masa de juicios de los cuales tuvo personalmente, en el bien y en mal, defenderse en vida y también hoy no le dan tregua.

Entre dos fuegos, decía: bueno, por un lado el es el objetivo de aquella historia apologística de la cual se lamenta el ya citado Mack Smith, cuando afirma en su libro: I re d’Italia, refiriéndose al periodo histórico que comienza justamente desde la unidad del país, o sea desde el 1861: ”La documentación que tenemos es tendenciosa y en todo caso inadecuada (...) los historiadores han debido ser reticentes y, en algunos caso, ser sujeto de la censura o imponerse una autocensura.” Como el propio Mino Milani muestra en su Garibaldi, introducido por Giovanni Spadolini, par hacer un solo nombre, todavía ilustre. Por el otro lato de la barricada hay especialmente periodistas, tal vez muy afamados como Indro Montanelli y Marco Nozza o, al revés, como Lorenzo del Boca, especialista de la contra historia. Y estos, generalmente, juegan justo con la documentación, tal vez impresionante por la cantidad, pero igualmente tendenciosa y tendenciosamente la presentan.

Volviendo a mi título: esta manera de hacer terminó por crear dos o más Garibaldi y si ustedes hojean las bibliografías, si ustedes navegan en Internet, van a descubrirlo.

Todavía hoy se está haciendo un esfuerzo para equilibrar la cosa. Existen estudios de valor que buscan escaparse del plagio del periodo post-unitario, que encontró su cumbre en el fascismo y que también en la post-guerra no terminó, cuando Garibaldi fue utilizado para simbolizar una formación política de izquierda. La epopeya garibaldina sigue siendo considerada come un hecho histórico excepcional, del cual la exaltación del general Garibaldi es el eje, por que alrededor del conductor de Niza, nacieron y se consolidaron leyendas, mitos y cuentos fantásticos, y se desarrolló una prolífica producción agio-biográfico. Estos estudiosos tienden, como hizo, por ejemplo, Rossella Certini en su libro: Il mito di Garibaldi. La formazione dell'immaginario popolare nell'Italia unita, a buscar en la literatura biográfica garibaldina un instrumento determinante para la formación de una memoria histórica colectiva, pero también por la formación de aquel imaginario popular que, hecha la unidad de Italia, tenía que despertar y construir la conciencia nacional de los italianos a través de símbolos y medallones. Garibaldi fue una de las víctimas más ilustres lo que sigue tergiversando su figura, tal vez, hasta a nuestros días pese a los nuevos posicionamientos de los historiadores.

Estos procedimientos comenzaron desde las biografías garibaldinas de las cuales se encargó Alexandre Dumas: le Memorie datadas en el 1860, o sea las Mémoires de Garibaldi traduits sur le manuscript original. publicadas en Bruxelles, 1861-1862, y I garibaldini, escrito después de un año, siguiendo la expedición de los Mille: “A través de conversaciones, cartas, apuntes, testimonios, anécdotas, con el corte sintético y veloz de un moderno reportaje periodístico – así la publicidad del libro de memorias - Dumas recrea el inflamado clima de las expediciones garibaldinas, devolviéndonos la atmósfera de una época muy lejana de sentimientos “bellos” y “nobles”, de corazones puros, de románticas improvisaciones, de amor de patria.”. Una publicidad que evidentemente se da cuenta que el viento está cambiando y así busca de atraer a los potenciales compradores. Olvidan estos héroes de nuestros tiempos, que Dumas, y el propio Garibaldi, que tanto trabajó para escribir estas memorias, escribían en la época romántica y que los dos textos tienen que ser diversamente interpretados y utilizados.

¡Contra a Garibaldi! Pues son mas honestos aquellos que así gritan en sus libros. Appunti per demolire il mito di un nemico del Sud, “tout court”, y así grita Gennaro De Crescenzo en una contra historia. Pero ellos sufren de las limitaciones mismas de la historia apologista, por que es la historia de quien perdió la guerra, la historia de un nostálgico de los Borbones, a quien Garibaldi sacó el trono con la expedición de los Mille. Está claro que esta historia con aquella historia a la cual se refiere Denis Mack Smith, una historia censurada, son paralelas porque de pronto se presenta cada vez mas parcializadas, escuchemos unas líneas de De Crescenzo: “¿Quien fue, finalmente Garibaldi? - se pregunta De Crescenzo – ¿El héroe que dedicó la vida a combatir por ideales de libertad y de justicia? O el instrumento ingenuo de una trama de poder urdida por masones y liberales para adueñarse de toda la península italiana? ¿O más: el revolucionario que colaboró activamente en la conquista del Reino de las Dos Sicilias, compartiendo plenamente los objetivos, los recursos de las fuerza unitarias?” Y después el autor añade que:”Garibaldi tiene que ser reinterpretado o mejor procesado por la falsedades de su heroismo, por la inmoralidad de su comportamiento, por los daños morales y materiales producidos en el Sur.”
No son pocos a preguntarse como habrá hecho don Peppino, acompañado de mil irregulares, para conquistar un reino fuerte y no pobre como aquel borbónico del Sur de Italia. En esto la contra historia no es tierna con Garibaldi, así el citado Del Boca, un periodista que se hace historiador, se divierte relatando que la expedición de los Mille por Garibaldi habría sido un paseo por el campo, mientras el fuerte ejercito borbónico se habría disuelto al sonido de las monedas y de promesas de promociones a los oficiales en el futuro ejercito italiano, escuchemos sus palabras: ”Garibaldi no tenía nada más que hacer. Podía continuar peleándose con la gramática poética: “Salve, o terra del Vespro / il tuo destino / è d’esser grande! / Salve, o falange di gagliardi! I Mille / Guerrieri avventurosi / Invan l’invidia / Della canaglia vi dilagna. (sic.)”

Y esto, poco antes de llegar a Marsala adonde empezó el ...paseo por el campo que con solo mil personas culminó con la conquista de un fuerte reino. El debate no se queda sólo entre las personas cultas y los estudiosos, su presencia en Internet y en libros populares nos demuestra que participa un público muy variado, por ejemplo en la enciclopedia Wikisource se encuentra una completa relación adonde se busca “responder – son las palabras del relator – a la ansiosa demanda de como pueden haber podido 1000 armados irregulares, también veteranos y a quien se añadieron fuerzas de refuerzo, derrotar a un ejército imponente” y que sustancialmente jugaba en casa. En este estudio se encuentran las tan contadas historias de masones, de corrupción, de intrigas de la cual la historia de los hechos y la historia narrativa, y también la contra historia se articulan y toman sentido. No quiero aclararle sus dudas en este asunto, para finalizar mi discurso les haré sólo una pregunta, esta vez muy seria: según ustedes ¿es posible que Garibaldi, un hombre dotado de ideales, de gran coraje y fuerza de alma, y una buena dosis de suerte, un hombre que justo en estas tierras aprendió técnicas de guerrilla y de guerra al punto que se hizo estratega en la condiciones más difíciles, es posible que este hombre pudiera vivir afuera del mundo, y que al su alrededor no hubieran intrigas, intereses y todo lo malo de la política, que este hombre no podía cometer errores, que no tenía derecho a las limitaciones terrenas como todo nosotros? Como he dicho en mi novela Himera, los verdaderos héroes, pueden tener manchas y miedos como todos los otros? Dos poesías dialectale nos dan cuenta, tambiém a nivel popular, de los dos Garibaldi, la primera en dialecto pullese:

Garebbalde tradetore:

Ca amm'a fa de Garebbalde
ca iè mbame e tradetòre?
Nu velìme u rè Berbòne
ca respètte la religgione.

Sènte na vosce abbasce:
Frangische se ne va,
Règne de Nàbbule statte secure
ca dope n'anne av'a ternà.

O sea:
Que podemos hacer con Garibaldi / ¿un infame y traidor? Nosotros queremos al rey Borbón / que respeta la religión. / Siento una voz por lo bajo / Franciso se marcha, / Reyno de Nápoles está seguro / que luego de un año volverá. (Arriba: Garibaldi y Vittorio Emanuele)

La otra, esta vez a favor, en dialecto siciliano:

E quannu Garibardu s'affacciava
cu dda cammisa russa si vidìa
la truppa lu fujutu si pigghiava
di Garibardu si un'attirruìa.

E quannu lu cumannu iddu dava
tuccava trumma e prima si mittìa
cu ddu cavaddu lu primu marciava
'mmenzu li scupittati cci ridìa.

O sea: Y cuando Garibaldi se asombraba / con la camisa roja se lo veía /la tropa la fuga se tomaba / de Garibaldi tenían miedo./ Y cuando el dirijía / sonaba la trompeta y en la cabeza se metía / en su caballo adelante de todos marchaba / en medio de los escopetazos se reía.

Mi conclusión: Para un militar y un hombre político, lo que cuenta son los resultados de su acciones, en un contexto del moralidad. Las guerra son hechos desagradables como desagradables son sus consecuencias. Yo comparto la idea con lo que piensan que, más allá del desastre causado al Sur de Italia por la expedición de los Mille – y yo como ciudadano del Sur lo siento en carne viva – yo creo que un verdadero italiano – porque los italianos que entonces no estaban ahora están – creo que un italiano, hoy, debe saber evaluar con serenidad estos acontecimientos históricos sin buscar fáciles culpas en este u otro personajes. Haciendo la historia con lo sí, tengo que decir que muy difícilmente hoy la Italia sería unida y en el contexto de la Europa, y esto tuvo un costo. Así costaron los hechos sucesivos. Dario Oliviero en el diario “La Republica” del 23 abril pasado publica un juicio en el libro Garibaldi in Sicilia del historiador inglés Treveliyan que puede, finalmente, condensar mi pensamiento en una historia que sea crítica y también divulgativa, lo leo en italiano así como salió, y con esto concluyo mi discurso:

“George M. Trevelyan è uno dei tanti grandi storici inglesi che si sono innamorati dell'Italia (…). Il suo Garibaldi in Sicilia è un gioiello. La ricostruzione della situazione storica dell'Italia di Cavour e di Ferdinando II, la battaglia di Calatafimi, l'organizzazione della tela diplomatica e militare che ha portato alla spedizione dei Mille, l'opinione pubblica inglese e le copertine del “Times” sulla situazione italiana si accompgnano ad aneddoti, storie e testimonianze di prima mano. Su tutto spicca la figura di quello che Stefano Malatesta nell'introduzione al libro definisce il vero "Che". Rivoluzionario, carismatico, repubblicano per convinzione ma fedele a una monarchia indegna in vista di un ideale superiore, guerrigliero, comandante e contadino. Trevelyan è rapito dalla purezza di Garibaldi e riesce a leggere nella sua storia aspetti di grandezza e solitudine che forse la nostra mancanza di distacco dal Risorgimento ci impedisce di vedere.” Ci impedisce di vedere.

Ci impedisce di vedere. Gracias.

NANDO ROMANO

       

Publicaciones:
http://www.agenziaaise.it/Aise.asp?News=42341
http://www.newsitaliapress.it/interna.asp?sez=268&info=135303


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